Información: Red Bull Texto: Gaston Francisco
Unas carreteras encantadoras nos llevaron desde el norte de Belice hasta el sur de México.
Chetumal fue la primera ciudad de México a la que llegamos y supuso una grata sorpresa para nosotros. En Chetumal nos reunimos con Omar Párraga, un famoso skater mexicano que, a partir de entonces, se convirtió en nuestro guía.
En la costa del Golfo de México se encuentra la tranquila ciudad de Chetumal, que goza de un clima muy apacible. En sus hermosas aguas de color esmeralda abundan los manatíes y los cocodrilos. En esta ciudad hay cantidad inmensa de lugares coloridos en los que practicar el skate.
Después de un par de días en Chetumal estábamos otra vez preparados para continuar nuestro camino. Mientras nos dirigíamos a Mérida nos detuvimos en un cenote (una piscina natural que puede ser cerrada o a cielo abierto). Los cenotes eran lugares sagrados en la cultura maya. Tuvimos la suerte de ver a un grupo que realizó una danza ritual.
Los bailarines pertenecían a una tribu y, a pesar de que casi no hablaban español, se mostraron muy cordiales. Después de esta increíble experiencia continuamos nuestro camino hacia la ciudad colonial de Mérida donde nos encontramos con el skater mexicano Michael Scott. Nuestro anfitrión nos mostró la ciudad y atacó algunos lugares con la habilidad que solo el conocimiento y la experiencia te puede dar.
Mérida fue la última etapa en nuestro viaje por el mundo maya. Una aventura en la que disfrutamos de la naturaleza y de los animales, además de aprender mucho sobre esta misteriosa cultura.
Patinamos por lugares increíbles y conocimos a skaters de Guatemala, Belice y el sur de México. Todos ellos nos demostraron la enorme hospitalidad que hay por estas tierras.
Los locos del patín son algunas de las personas más aventureras del mundo. Si tú también te consideras aventurero, anímate y explora estos países cuando tengas la oportunidad. En estos lugares, además de una gente maravillosa, encontrarás misteriosas ruinas en medio de la naturaleza.