Información: National Geographic
Dentro del valle de las mil colinas en la zona rural de Durban, Sudáfrica, hay un grupo de patinadores jóvenes que practican en un half-pipe y en un bowl. Todos forman parte del Indigo Skate Camp, un movimiento que busca nutrir los entornos de skate sostenible para los jóvenes rurales y vulnerables, y Andile Msomi es uno de ellos. El campamento busca capacitar a los aldeanos locales zulúes para que aprendan y crezcan a través del lenguaje del skateboarding, y lo hacen. Este corto documental de Jess Colquhoun sigue a Andile ya sus amigos a su primera competencia, donde lo más importante no es ganar sino disfrutar del paseo.