Para ser un patinador ruso, en el invierno tienes que ser duro. No hay forma de evitarlo. Las temperaturas heladas son una cosa, pero luego tienes las manos frías que duelen aún más cuando tratas de agarrar, o básicamente intentas moverlas. El suelo está más frío y, por lo tanto, se siente más sólido de lo normal. Gosha Konyshev es motivación pura, pues a pesar del helado invierno ruso no le ha sido impedimento para hacer lo que más le gusta.
Hay recordar que el street no lo es todo en el skate. Las transiciones son una parte fundamental de nuestro deporte y lo mejor de todo es que no necesitas ser muy bueno para disfrutar de ello. Y cuando lo eres… son espectaculares.
Hay pocas cosas mejores que contar con el lujo de tener una mini rampa en un lugar apacible, donde puedas olvidarte de todo. La triste realidad es que con mucha probabilidad la mini rampa que tengas cerca esté llena de niños gritando: “¡Filma esto!”. Un escenario poco apropiado para encontrar dicha serenidad.
Al igual que nosotros, Jaakko Ojanen y Roope Tonteri están de acuerdo que vale la pena escaparse de vez en cuando. Puede que ya conozcas la mini rampa “viajera” de Tonteri, pues el skater finlandés la ha llevado a diferentes lugares.
Para este proyecto se hizo un agujero en el hielo utilizando motosierras y así se consiguió que la rampa pudiera girar de forma suave. Una auténtica locura.
Las temperaturas eran inferiores a los 20 grados bajo cero, por lo que la carretilla elevadora que utilizaban para desplazar la rampa se congeló, pero a mediodía el sol permitió disfrutar de unas buenas sesiones.
El skate es esto, explorar el mundo e ir siempre más allá. Estamos encantados de conocer a gente como estos dos chicos, que siempre se preguntan: ¿qué pasaría si…?